martes, 26 de agosto de 2008

Delgadísimas

Tim Burton está de moda chicas. Desde el éxito de Pesadilla antes de Navidad y La Novia Cadáver las pasarelas nos proponen un look que hace furor. Ahora todo lo que se aparte de tener un aspecto de enferma terminal se debería considerar estar gordísima, osea, estar socialmente muerta. He leído una entrevista a Karl Frankenstain, presidente de la Asociación de la Morgue Internacional y creador de la línea Un Paso Más Allá, que tanto éxito está teniendo. K.F, dice que la mujer de hoy es mucho más delgada que la de ayer, pero mucho menos que la de mañana. Para ajustarse a los nuevos cánones de belleza, además de ser imprescindible enseñar el cráneo através de la piel y de llevarse la transparencia de la caja torácica no está nada mal poder mostrar tus articulaciones, eso si, siempre y cuando sean tan endebles como para dar la impresión de estar a punto de quebrarse. No descuidemos los complementos: no serás una mujer completa si no llevas la silicona suficiente como para impermeabilizar una piscina olímpica. Allí donde nuestro amado polímero pueda sostenerse debemos aplicarlo con abundancia. No nos olvidemos de esos fantásticos tacones de vértigo que además de ayudarte a caminar como si fueras coja te harán lucir unos deliciosos juanetes y terminarán por causarte una cifosis: el efecto de llevar una mochila incorporada es lo más cool. ESte año Tanatorio Cibeles nos ha mostrado unos maquillajes que resaltan tus ojos saltones por el hambre y la avitaminosis y mucho, muchísimo gloss que dé el brillo a tus labios de haber vomitado copiosamente hace tan solo unos instantes. Adiós a las uñas postizas, a partir de ahora os crecerán solas. Chicas, toca ponerse Divinas de la Muerte. El sudario que todo lo cubre ya no se lleva. Enseñad vuestros huesos y no olvideis que la cocaína además de ser muy glamourosa adelgaza, mucho, muchísimo y de una forma con la cual ya nunca volvereis a recuperar esos molestos kilos.

domingo, 24 de agosto de 2008

Neoviejista convencido.

Supongo que el neoviejismo es un efecto secundario de la neomarujidad. El otro día me explicaron con todo detalle (que no he retenido) el significado de unos collares de cuentas de colores que eran en realidad los santos o los dioses de su propietario, que se ha hecho adepto de una religión afrocubana, que respeto igual de poco que a las otras religiones. Me sorprendí a mí mismo predicando la palabra de Cristo y hablando con un leve temblor en la voz del sufrimiento expiatorio de Nuestro Señor. Pues me miraron rarísimo, hoy en día uno puede ser santero, budista, cienciólogo y hasta judío, pero jamás de los jamases se puede ser católico. Y me da mucha rabia porque puestos a tener que aprender ritos los de nuestra iglesia me parecen mucho más estéticos y nadie me puede decir que un desfile de Hare Krishna, con todo su colorido y sus tintineos se puede comparar con una procesión de Viernes Santo con su Santo Entierro, sus capuchones y banda municipal. Que uno dice que le gusta el cine gore y todo el mundo le reconoce su cierto mérito y yo cuando digo que donde esté unos buenos Salcillos que se quite La matanza de Texas tengo que escuchar cada cosa que no se puedo escribir sin que me recorra un escalofrío de gozo.
No me gusta estar de acuerdo con mi hermana Hildegard porque creo que es empeorar sus males, pero no puedo menos que aplaudirle el valor de presentarse un sábado por la noche en la discoteca Pachá ataviada con mantilla y peineta y decirle al portero que si se puede entrar con rastas, que por lo visto son antenas para captar la energía cósmica que a ella su teja de carey no se la arranca ni Tom Cruise en persona. Y que me la llamen loca a la pobre cuando tenemos que oír a Madonna como si fuera una representante de Avon vendiéndonos la Cábala.
Si, yo también soy neoviejista que no tiene nada que ver con facha ni con la derechota de toda la vida, sostengo los mismos valores pero por distintos motivos.
Si nadie insulta a una mujer que lleva un burka porque es fruto de la sociedad de la que procede por qué le tiraban huevos a mi tía Clara porque vestía de dominica. ¿De dónde procede mi tía Clara? ¿Colloto no es parte de nuestro país y por ello sus gentes parte de nuestra sociedad?
Si la modernidad no va a ser comprensiva con todas las incongruencias que se le pinchen en el moño a uno pues entonces rompemos la baraja.
Y dicho esto me pongo a cantar Stella Maris.

jueves, 21 de agosto de 2008

Infusión de té blanco

El otro día estuve en casa de una conocida que me invitó a tomar una infusión de té blanco con cinamomo y raspadura de naranja agria seca. Por supuesto le pedí un café con hielo, como me he bajado del tren de las tendencias hace unas cuantas paradas me niego a tomar agua caliente con olores extraños.
Mi amiga, sentada en su sofá de Gore-tex blanco hielo me explicaba que se había encontrado a una compañera nuestra de un curso de cirugía cardiovascular para aficionados; la pobrecilla se había casado y se había convertido en una Maruja, con mechas y todo, apostilló horrorizada.
Algo me sonó extraño, es posible que el tintineo del colgante de cristales tallados colgado en la barra de la cortina me hiciera entrar en un trance en el que percibía la realidad de una forma nueva.
Miraba a mi amiga explicotearse meneando la multitud de pulseras de plata, sus soles tatuados, sus pendientes de coco en forma de cuerno de rinoceronte y su pelo negro ala de cuervo. Todo se desvaneció.
F. R. David sonó en el radiocasete mi amiga que ahora llevaba unas hombreras enormes, el pelo cardado y un fantástico pendiente hecho con un disco de muñeca llorona y una caracola pegada en su centro. Su madre entró en la habitación y empezó a cotorrear moviendo las manos de forma hipnótica haciendo sonar las monedas de oro de su pulsera… Comentaba que acababa de encontrarse a Minducha, la vecina del segundo de cuando vivían en la otra casa, que estaba avejentadísima, cosa increíble porque tenían la misma edad así que lo que la hacía parecer de los tiempos de su madre debía de ser el luto y el pelo en un moño de castañeta.
Miré a mi alrededor y descubrí que donde la madre tenía una capillita con la Virgen de Lourdes mi amiga había puesto un jardín Zen, una bandeja de madera con arena y un rastrillito. La bailarina de Lladró había dado paso a una marioneta persa, la imitación de piel del sofá, que tan fácilmente se limpiaba, había sido sustituida por una imitación de terciopelo “easy clean”. El sentido práctico de los antiguos tiempos modernos se había reconducido gracias al Feng Shui para seguir siendo exactamente lo mismo pero con el inconfundible estilo de la semana de algo del Corte Inglés.
Zen, el gato siamés de mi amiga me saltó al regazo disipando mi ensoñación. Dejó de sonar Words don´t come easy y el radiocasete de doble pletina volvió a ser un brillante Ipod conectado a unos impensables altavoces que ululaban algo arabeizante filtrado por ese soniquete espiritual del Chill out.
La nueva revelación estaba allí, sentada conmigo en el pulquérrimo sofá, se llamaba Lourdes y era el paradigma perfecto de la Neomaruja.

jueves, 14 de agosto de 2008

El nuevo negro

El azul era el nuevo negro para la temporada de primavera verano. Lo dijeron las pasarelas de New York y aquí paz y después gloria. Que digo yo, que bien podrían publicar el listado del resto de los cambios para que sepamos qué ponernos cuando queramos vestirnos del nuevo rojo y tener muchísimo cuidado con la equivalencia del nuevo amarillo, porque siempre cabe la posibilidad de estar disfrazado de nueva bandera y no darse cuenta. ¿O será que también las nuevas combinaciones vienen cifradas por los grandes críticos de moda?
Pero el problema no queda aquí porque resulta ser que para la temporada otoño invierno el nuevo negro es el fucsia con el negro. Si, es cierto, lo dice Elle y de otra cosa no sabrán, pero de moda llevan viviendo un rato. ¿Entonces el nuevo blanco será el blanco con el fucsia o el negro con el blanco?
No sé que ponerme. Tengo un funeral y me asusta muchísimo no acertar con el nuevo luto.

miércoles, 6 de agosto de 2008

Pasen por aquí, por favor.

Acomódense en esas virtuales y delicadas chaise longues, por favor en esa no, esa magnifica pieza Luisipico tapizada con originales www de lis es la favorita de mi perra y yo de usted no me atrevería a invadir lo que legítimamente le corresponde. ¡Arroba!, ¡a tú cheslón! (la pobre no habla francés). Mejor así.Si, es cierto, quizá la decoración es excesivamente barroca, casi roccocosa, pero tengo la versión lujosa del síndrome de Diógenes y no soy capaz de deshacerme de ninguno de estos inservibles cachivaches por los que hay gente que pagaría ingentes fortunas. La sencillez es uno de los pocos pecados que no he cometido.El efebo disecado es un regalo de una vieja amiga, a la que aprecio absolutamente nada y a la que tendré la tendré el buen gusto de presentarles lo más tarde posible. Si les molesta puedo retirarlo, no quisiera ofenderles con mis extravagancias.Pues bienvenidos a esta humilde casa mía que ahora es suya también y...¡Dios mío! ¡Arroba! ¿Qué has hecho? ¿Qué es esto? ¡Cochina! ¡Sucia!Perdonen, los animales ya se sabe...¡Hildegart, por Dios, ven a ver donde estaba tu anillo de brillantes!.Ahora vuelvo.

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